martes, 6 de marzo de 2012

Una gran masa ártica de agua dulce puede provocar el enfriamiento del clima en Europa


Satélites de la ESA muestran que una gran masa de agua dulce se ha ido acumulando en el Océano Ártico en los últimos 15 años. Un simple cambio de la dirección del viento podría hacer todo este agua se derramara en el Atlántico norte, provocando un enfriamiento del clima en Europa.

Los resultados son notables: desde el año 2002, la superficie del mar en la zona estudiada se ha incrementado en cerca de 15 centímetros, y el volumen de agua dulce se ha incrementado en 8.000 kilómetros cúbicos, equivalentes a un 10% de toda el agua dulce en el Océano Ártico.
Los investigadores del Centro de Observación y Modelización Polar (CPOM) en el University College de Londres, y Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido utilizaron los datos de los satélites de ERS-2 y Envisat para medir la altura de la superficie en el Ártico occidental desde 1995 hasta 2010.
Los resultados acaban de ser publicados en la versión online de la revista científico Nature Geoscience.

Conclusiones del estudio

Los científicos concluyen que esta cúpula de agua dulce que descansa sobre una amplia zona del Océano Ártico podría ser el resultado de que los fuertes vientos del Ártico han acelerado la circulación oceánica conocida como el Giro de Beaufort, haciendo que la superficie del mar se abulte.
Un cambio en la dirección del viento podría hacer que todo este agua dulce se derrame en el resto del Océano Ártico y llegue al Atlántico Norte.
Esto podría frenar una corriente oceánica clave, derivada de la Corriente del Golfo, y, posteriormente, enfriar Europa. Esta corriente mantiene nuestro continente con un tiempo relativamente suave en comparación a otras áreas en latitudes similares.

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