sábado, 23 de mayo de 2015

PIIISA 2015


 Durante el curso 2014/2015 los alumnos de primero de bachillerato Celia Cámara, José Antonio Fernández, Raquel Galindo, Anais Gallardo, Celia Lucena, Alexander Machaal, Lucía Moya, Julia Nievas, Yaiza Palma, Julia Salas y Eugenia Vidal, coordinados por el profesor de C.M.C. Manuel Mira, han participado en el proyecto PIIISA 2015 (Proyecto de Iniciación a la Investigación e Innovación en Secundaria en Andalucía).
Este proyecto nace con una estrecha colaboración entre la Delegación de Educación de Granad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIF), la Universidad de Granada y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).
El objetivo principal de este proyecto educativo ha sido mostrar al alumnado de 1º Bachillerato qué es la INVESTIGACIÓN científica y cómo se lleva a cabo. Se han iniciado en la Ciencia junto a investigadores de vanguardia con prestigio nacional e internacional en diferentes campos del conocimiento presentes en nuestra ciudad. Ha sido muy importante también ayudarles a descubrir sus vocaciones y talentos, poner en práctica sus “inteligencias múltiples” y sus diferentes “tipos de mentes”: disciplina, síntesis, creatividad, responsabilidad y ética. Siendo el conocimiento y el dominio de las tres primeras fundamentales para la investigación científica, y aunque fuera del campo cognitivo, las dos últimas son fundamentales para el trabajo en equipo, especialmente la tolerancia y la responsabilidad profesional respectivamente, sin duda un tema fundamental en los sistemas educativos actuales. 

        

Nuestros alumnos de 1º de bachillerato, han participado en proyectos de la Estación Experimental del Zaidín, Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, Facultad de Ciencias, Facultad de Farmacia, Facultad de Medicina, Facultad de Ciencias de la Educación, Escuela de Ingeniería Informática y Telecomunicaciones y Facultad de Traducción e Interpretación, cuyos resultados han sido expuestos en el congreso que se celebró el 20 de mayo en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, en donde se presentaron los posters de los diferentes proyectos realizados por nuestros alumnos, así como su exposición, además se entregaron los diplomas acreditativos de participación a todos los alumnos de esta edición."

miércoles, 13 de mayo de 2015

Inge Lehmann mete el núcleo de la Tierra en el 'doodle' de Google

La sismóloga danesa Inge Lehmann es una desconocida para la mayoría del gran público. Pero a casi nadie que haya terminado los años escolares se le escapa que bajo la corteza terrestre y el manto fluido que en ocasiones llega a la superficie en los procesos volcánicos hay un núcleo metálico a gran temperatura que ocupa el centro de la Tierra. Lehmann descubrió la existencia del núcleo terrestre en 1936, razón por la cual Google ha decidido conmemorar el 127 aniversario de su nacimiento con el Doodle de hoy.
El escritor francés Julio Verne (Nantes, 1828-Amiens,1905) fue un visionario en muchas de sus novelas. En Viaje al centro de la Tierra sus tres protagonistas penetran por el cráter de un volcán hacia el interior del planeta. Pero en esta ocasión, su intuición para los procesos naturales y para la ciencia falló estrepitosamente. De ninguna forma podría Verne haber imaginado que sus protagonistas hubieran entrado por un volcán en Islandia y salido por el Estrómboli en Italia si hubiera podido conocer el trabajo de Lehmann.
Inge Lehmann nació en el año 1888, 24 años después de la publicación de la obra de Verne. Su trabajo sobre el estudio de los terremotos terminó revelando la existencia del núcleo interno y del núcleo externo del planeta, lo que redefinió la forma de estudiar la geología de la Tierra.
A lo largo de su carrera, recibió numerosos premios científicos, lo que no era habitual para una mujer en aquella época. Y fue nombrada doctora honoraria de importantes universidades como la de Columbia (EEUU) o la Copenhague (Dinamarca).
En 1971, Lehmann obtuvo la Medalla William Bowie, la máxima distinción de la Unión Geofísica Americana, siendo la primera mujer en recibir dicho galardón. Su carrera fue larga y prolífica y murió con 105 años de edad en 1993.

Objetivo: predecir los terremotos


Así se colocan los sensores para predecir terremotos 

La Tierra se retuerce a 15 kilómetros bajo la superficie de Nepal. Un cabalgamiento de placas geológicas -la piel de roca de nuestro planeta, para entendernos- donde una se desliza bajo la otra tras el choque de continentes que formó hace 55 millones de años la cordillera del Himalaya continúa sacudiendo la zona de cuando en cuando. Y normalmente los temblores no vienen solos, sino seguidos de un buen número de réplicas que en ocasiones empeoran las consecuencias de la catástrofe humana.
Los geólogos llevan siglos estudiando los mecanismos que causan los terremotos. El problema para los expertos ha sido siempre poder llegar a predecir con suficiente antelación cuándo se va a producir un gran temblor como los últimos que han azotado Nepal causando más de 8.000 muertes. Desde hace años, diversos proyectos internacionales investigan con diferentes metodologías cómo lograrlo.
Quizá el modo más prometedor es mediante la perforación del subsuelo en zonas sísmicas. El objetivo es alcanzar la falla que provoca los temblores en cada lugar para instalar sensores que puedan medir la deformación de la roca, los fluidos, la temperatura... Y poder así llegar a hacer previsiones del riesgo sísmico.
"Estamos aún lejos de llegar a predecir un terremoto en la escala temporal humana, pero en tiempos geológicos sí sabemos dónde y cuándo se van a producir grandes terremotos", asegura María José Jurado, experta en terremotos del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC). "Pero se podría hacer una analogía con la Meteorología, donde es muy sencillo hacer previsiones porque tenemos muchísimos observatorios vía satélite y de muchos otros tipos para saber qué tiempo hará dentro de unos días. Si nosotros tuviéramos una red de observatorios de terremotos en el subsuelo nos permitiría saber dónde y cuándo se puede producir un terremoto", dice Jurado.
Esta investigadora española ha sido líder de algunos proyectos internacionales destinados precisamente a perforar el subsuelo oceánico en la falla que produjo el terremoto de Japón del año 2011 para instalar sensores que ayuden en la predicción de seísmos en el futuro. «El objetivo del proyecto es penetrar los fondos oceánicos de las zonas en las que se producen los epicentros de los terremotos para monitorizarlos y poder estudiar su origen», asegura Jurado. «Estas investigaciones nos servirán para desarrollar un sistema de predicción de terremotos con un plazo suficiente como para poder actuar y evitar grandes daños», explica. A escala global, podríamos imaginarla como una gran Red de Observatorios de los fenómenos sísmicos. Por desgracia, en Japón aún no se han podido alcanzar los 5.000 metros de profundidad del hipocentro de aquel devastador seísmo. En la actualidad, el Chikyu, el buque de perforación científica japonés, está entre los 2.000 y los 3.000 metros.
Desgraciadamente, España se ha quedado fuera de los dos grandes consorcios internacionales, el Programa Internacional para el Descubrimiento del Océano (IODP, por sus siglas en inglés) y el Programa Internacional de Perforación Científica Continental (ICDP, en inglés), por no pagar desde 2011 las cuotas a las que se comprometió como país.
Precisamente, estos programas en los que España ya no participará ya han avanzado en este tipo de técnicas de perforación para predecir seísmos en lugares señalados como la falla de San Andrés (California), la de Nankai (Japón), entre otros. De hecho, uno de los proyectos que se están evaluando en el organismo internacional es para perforar en el Tibet,